jueves, 18 de octubre de 2012

DEMENCIA FRONTOTEMPORAL: Conducta descontrolada

Producto de una lesión frontal y/o temporal, se caracteriza por el cambio de personalidad y la desinhibición social. El diagnóstico puede ser un desafío aún para médicos experimentados.


Por Mariana Nisebe *

¿Puede una persona perder su capacidad para protegerse, elegir siempre opciones riesgosas y cambiar de manera taxativa su personalidad pero aún así conservar las funciones intelectuales y discursivas intactas? La respuesta es sí. "Y esta realidad compleja hace que la Demencia frontotemporal (DFT) sea una de las dolencias neuropsiquiatricas menos reconocidas en nuestra sociedad. Este desconocimiento representa un riesgo grave para los enfermos y quienes participan de su vida de relación", afirmó a Clarín.com el doctor Facundo Manes, director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro . El "cambio de personalidad" es una de las descripciones más comunes de un paciente con lesión frontal. Esta etiqueta encapsula un rango de diversos problemas que resume las fallas del paciente para interaccionar efectivamente con el entorno social y emocional. El proceso de toma de decisiones humanas no es sólo lógico ni computacional sino también emocional y se ve afectado en diversas patologías que involucran la corteza frontal.




"Abarca una amplia gama de trastornos, incluyendo la enfermedad de Pick, la degeneración del lóbulo frontal y la demencia asociada a la enfermedad de la neurona motora. La causa es el daño al lóbulo frontal y/ o a las regiones temporales del cerebro. Estas áreas son responsables de nuestra conducta, de nuestras respuestas emocionales y de nuestras capacidades lingüísticas", indica el FLENI. La DFT es una enfermedad neurológica degenerativa. "Existe una variante frontal (cuando afecta más los lóbulos frontales que los temporales) y una variante temporal (afecta más los lóbulos temporales que los frontales y se caracteriza por dificultades progresivas en el lenguaje)", destacó Manes.



La demencia frontotemporal " supone alrededor del 8-9% de todos los trastornos demenciales. Entre las demencias precoces, la DFT se ha sugerido que es la responsable de aproximadamente un 20% de los casos. La etiología es todavía desconocida, aunque cada vez se encuentran más evidencias de factores genéticos subyacentes. El Lund Longitudinal Dementia Study ha mostrado antecedentes de un trastorno similar (ver genética) en un pariente de primer grado en alrededor del 50% de los pacientes con DLF y enfermedad de Pick"; indica el Departamento de Psicogeriatría del Hospital Universitario Lund (Suecia). Las causas de la demencia fronto-temporal no hereditaria son todavía desconocidas", indica el FLENI.



La variante frontal (o conductual) de la DFT, explicó a Clarín.com el doctor Manes, "es una enfermedad que afecta a las regiones frontales del cerebro que son responsables de nuestra conducta. Implica grandes dificultades para los cuidadores, alta dependencia y se caracteriza por un cambio en la conducta social y personal, con una dificultad en la modulación de la conducta. Además existe una pérdida de la inhibición que resulta en comportamientos impulsivos e inapropiados y dificultades en la toma de decisiones. La progresión de la enfermedad conduce a una disminución en el juicio tanto social como financiero".



Es importante remarcar, afirmó el especialista, "que todo esto ocurre en el contexto de que los pacientes presentan poca o nada- de preocupación por sus actos. Los desórdenes conductuales se caracterizan por desinhibición social , pérdida de la conciencia de enfermedad , rigidez mental, c ompulsiones , c onducta antisocial y en ocasiones e uforia. Las neuroimágenes muestran atrofia frontal. Los pacientes generalmente tienen preservadas habilidades cognitivas como el lenguaje, la memoria, la atención, la orientación y el coeficiente intelectual no suele alterarse". En el caso de la variante temporal, amplió el especialista, hay una pérdida progresiva del lenguaje y este problema es único por varios años luego pueden sumarse otros trastornos cognitivos y problemas de conducta".



El diagnóstico de Demencia frontotemporal puede ser un desafío aún para médicos con gran experiencia. "En la ausencia de un test clínico definitivo, la evaluación se basa en criterios conductuales, en la entrevista a la familia y allegados, en la resonancia magnética cerebral que debe mostrar atrofia frontal y debe ser realizado por un experto en demencias. Actualmente el tratamiento es sólo sintomático, todavía no existe una cura y la progresión de la enfermedad no puede ser retrasada. Sin embargo, se pueden hacer muchas cosas para calmar los síntomas (ver). Estar informado acerca de la enfermedad y comprender su desarrollo es por sí mismo, un medio efectivo para ayudar a los familiares a tolerarla", señaló el director del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro .



"Surgirán muchas preguntas y habrá que tomar muchas decisiones difíciles, por lo que es fundamental explicar la naturaleza de los cambios de conducta del paciente y de los problemas que surjan. En este contexto es importante no olvidar a los hijos, que quizá estén aún en edad escolar o a punto de independizarse ( es una de las demencias neurodegenerativas más frecuente en la población joven, por debajo de los 60 años ). El paciente podría proseguir su actividad profesional por un tiempo limitado. Sin embargo, suele ser en el aspecto laboral, especialmente en la interacción social, donde emergen los primeros síntomas de la encefalopatía", explica el Departamento de Psicogeriatría del Hospital Universitario Lund (Suecia). El acceso a profesionales entrenados aumenta enormemente la comprensión y el correcto manejo del enfermo, incluido el aspecto de la seguridad en el entorno. Muchos pacientes, por ejemplo, sienten la necesidad imperiosa de caminar grandes distancias.



Por sus problemas emocionales y de conducta, este tipo de demencia produce un gran estrés del cuidador y muchas veces son confundidos con trastornos psiquiátricos. En sus últimas etapas, el daño cerebral es más generalizado y los síntomas son similares a los de la enfermedad de Alzheimer (EA). " El diagnóstico precoz de la demencia frontotemporal, y su distinción de otros trastornos psiquiátricos no orgánicos, es esencial para poder desarrollar estrategias terapéuticas. Debe sospecharse este tipo de demencia en aquellos pacientes en que exista descontrol conductual antes del deterioro de memoria. La evaluación diferencial de la DFT, por un lado, y de la EA, por el otro, suele hacerse posible empleando criterios diagnósticos clínicos bien definidos, pruebas neuropsicológicas y técnicas de imagen cerebrales", concluye el Departamento de Psicogeriatría del Hospital Universitario Lund (Suecia).


* De la Redacción de Clarín.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena tu información..mi madre ha tenido demencia frontotemporal y vascular..me gustaría saber si existe forma de prevención..un saludo