Kissner: "Estoy muy agradecido a todos mis hermanos de Quilmes"

Con un mensaje de texto, Jorge Rodríguez Kissner --el médico quilmeño trasplantado hace poco menos de dos meses en la Fundación Favaloro-- le informó a su hermana Paula que ya estaba en su casa de la localidad de Juan M. Gutiérrez (Berazategui), disfrutando de su familia. Fue el sábado y resultó el momento más esperado, tanto por sus afectos más cercanos, como por sus vecinos y pacientes.

"Estoy esperanzado de continuar en esta vida", dijo Kissner en diálogo con el Zonal. Y destacó la felicidad que siente en este momento. "Mis tres hijos volvieron a jugar, a sonreír e incluso a pelearse", describió con humor. Como estuvo dormido mucho tiempo (inducido por sedantes) poco a poco se va enterando de todo lo que vivió. Sabe de las cadenas de oración y de las misas en la Catedral quilmeña. "Estoy muy agradecido a todos mis hermanos de Quilmes", destacó. Es que su caso movilizó a todo un país y el respaldo en su ciudad natal se hizo sentir muy fuerte.

Ahora resta su recuperación; ya que superó infinidad de problemas médicos (ver recuadro) y sufrió un rápido descenso de peso --más de 20 kilos-- que lo dejó muy débil. Deberá seguir una dieta especial para cardíacos y tomar medicación. "Estoy haciendo kinesiología respiratoria y motora todos los días, además de utilizar un andador para moverme" relató Jorge. El Instituto de Obra Médico Asistencial (Ioma), autorizó la rehabilitación domiciliaria y expresó su "alegría y satisfacción por el feliz desenlace".

Pero lo importante de toda esta historia --remarcó más de una vez Kissner durante la charla-- es que "la gente tome conciencia de la importancia de donar órganos". Y con esta actitud, la oportunidad que se le brinda a otra persona de ser dichosa, feliz y productiva. "Jamás pensé que de ser donante iba a ser receptor", confesó el médico al recordar cuando se anotó como donante hace más de 24 años.

Alguien que estuvo siempre al lado de Jorge fue su hermana Paula, quien destacó: "Ahora se abrió una nueva etapa, donde él se pondrá en contacto nuevamente consigo mismo. Como familia estamos profundamente agradecidos con la ayuda y el respaldo que recibió Jorge".

Emocionada, comentó: "Por qué nos tocan vivir estas cosas, no lo sabemos. Pero me uno a las palabras de Juan Carr, fundador de Red Solidaria, quien sostiene que nadie debería sufrir porque un órgano no llega".

Su hermano piensa igual y por eso pide que se haga una campaña masiva para que la gente done. "No hay que olvidarse --insiste Jorge-- que hay más de 5 mil personas que esperan su oportunidad de vivir".

Por MN. Publicada en el Zonal de Clarín el jueves 05/03/2009