jueves, 22 de enero de 2009

En Quilmes, el ruego por el médico trasplantado sigue sonando fuerte


Es una paradoja: una persona solidaria por esencia y acostumbrada a dar vida ajena, llegó a estar grave por falta de un donante. A mediados de diciembre, el país se conmovió por el caso del ginecólogo y obstetra Jorge Rodríguez Kissner (47 años), necesitado de un corazón tras sufrir una miocarditis. Mucha gente en el país rezó por su salud, pero en un rincón del conurbano, esa plegaria se escuchó mucho más fuerte.

Es que el médico es muy querido en Quilmes, su ciudad natal y donde vivió hasta hace poco, antes de mudarse a Gutiérrez, en Berazategui. Es más, los vecinos de su barrio no festejaron ruidosamente la llegada del Año Nuevo, como un homenaje a Jorge. El 4 de enero fue trasplantado en la Fundación Favaloro, después de estar más de 20 días en emergencia nacional. Los médicos --48 horas después-- informaron que Jorge había rechazado el órgano. Volvió la angustia. Pero milagrosamente empezó a recuperarse y hoy hay una esperanza. Desde que se recibió como médico hace 17 años, siempre luchó por la vida de los demás. Su trabajo como obstetra y ginecólogo en el Hospital Evita Pueblo de Berazategui lo hizo partícipe de cientos de nacimientos. "Querido doctor: vos trajiste a mis niños al mundo, cómo no adorarte. No tengo más que palabras de agradecimiento y afecto hacia vos y rezos constantes", describe Analía Verónica, una de sus pacientes.

Y todos los días de vigilia en que familiares, amigos y desconocidos estuvieron frente a la clínica, una pancarta resumía el mensaje esperanzador: "Fuerza Jorge. Quilmes está con vos", junto a un escudo del QAC. Por ejemplo, el padre Luis Farinello (a cargo de la Iglesia Nuestra Señora de Luján, ubicada en Primera Junta y Lavalle) encabezó una cadena de oración.

Jorge tiene 47 años y es padre de dos nenas (6 y 10) y de un varón (5). Se recibió en la Universidad Nacional de La Plata. Fue residente y jefe de residentes del porteño Hospital Fernández y actualmente se desempeña como jefe de planta en el Hospital Evita Pueblo de Berazategui.

"Es un hombre sano; no fuma, no toma, trabaja todo el día en el hospital y ama su profesión. El virus le afectó el corazón en forma fulminante, lo dejó totalmente inutilizado", explicó su esposa Gabriela Sáez, quien junto a la hermana de Jorge --Paula-- fue la voz que se sigue escuchando.

Sus pacientes lo extrañan. "La tranquilidad que me da el doctor Jorge es única; él estuvo en el embarazo de mi primera hija Sofía, en estos cuatro años de controles, y ahora en los seis primeros meses de mi segundo embarazo", cuenta Valeria Báez, quien obviamente debió recurrir a otro profesional.

La movilización fue masiva. "Un corazón para Jorge" fue el lema. Todo sumó. Una caravana de más de 50 autos que recorrió las calles desde la Fundación Favaloro hasta el Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). Una ceremonia interreligiosa oficiada por el rabino Daniel Goldman y el propio Farinello.

Otra de sus pacientes, Andrea, cuenta que estaba en la casa de su suegro en Florencio Varela cuando su marido le avisó que había aparecido un corazón para Rodríguez Kissner. "Miré hacia el cielo emocionada, con las manos elevadas y unidas, me agaché, besé el pasto y salí corriendo a los gritos. La gente me miraba a lo lejos, como a una loca. Me sentí feliz, como toda mi familia", relata.


Por MN. Publicada en Clarín Zonal el jueves 22/01/09

1 comentario:

Cynthia T dijo...

Hola, yo tambien soy paciente de Jorge. Este mes que pasamos fue terrible. Nunca en la vida le pedi tanto a DIOS por este milagro que ahora veo. Jorge salvo mi vida hace 4 años atras, desde ese momento lo veo casi todos los meses, y la verdad nunca ningun medico me dio la paz q el me da. No puedo imaginar ni mi vida ni la del resto sin el. Solo agradecer que siga entre nosotros y que pueda ver a sus hijos crecer. Lo extraño muchisimo. Todo esto genero mucho sentimiento muy fuerte en muchos, a mi personalmente me hizo darme cuenta de la importancia de la donacion de organos, de sangre, que es fundamental, y que nadie deberia vivir etsa situacion que todos pasamos. Hace dos semanas fui al INCUCAI, y me registre como donante de todos mis organos y tejidos, porque ahora se que voya dar vida...incluso en mi muerte. Siento que este milagro del corazon de Jorge es y sera el motivo por el cual por lo menos un puñado de personas tomen conciencia de la donacion, para que otras familia y amigos no pasen por esta situacion de espera angustiante... y para los que estaban un poco faltos de fe en estos dias, tambien esto ayuda a creer q todo es posible, inclusive lo que no lo es, haciendo fuerza y deseandolo con el alma. Saludos. CynthiaT