Las enfermedades renales son comunes, riesgosas y tratables. Es por eso que los profesionales hacen énfasis en dos puntos: la prevención y la detección precoz.
Lic. Mariana Nisebe
Para Clarín
"Si entendemos cómo funcionan los riñones, podremos contribuir a mantenerlos sanos"; explicó a Clarín.com el doctor Hernán Trimarchi, Jefe del Servicio de Nefrología y director de las charlas. "Depuran la sangre, ajustan su composición química a la adecuada para mantenerse sano, sintetizan y procesan hormonas, contribuyen a controlar la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y la salud de los huesos, entre otras cosas", explica la Sociedad Argentina de Nefrología. A pesar de su importancia no todos saben cómo funcionan, qué los daña ni que las enfermedades renales son comunes, riesgosas y tratables.
Los riñones "son una compleja maquinaria de reprocesamiento que se parecen a verdaderas computadoras . Nuestro volumen de sangre es de 5 litros. A diario, purifican unos 190 litros de sangre para filtrar 1.9 litros de desechos y el exceso de agua. Si los riñones no cumplen con su trabajo; estos se acumulan en la sangre y dañan el cuerpo" adelantó el doctor Trimachi lo que será parte de la charla. Por ejemplo, indicó el profesional, "l a urea que se forma en el hígado como producto de desecho del metabolismo de las proteínas y la creatinina que es un producto de desecho del metabolismo muscular; se eliminan por el riñón, no son tóxicas y aumentan en sangre cuando hay insuficiencia renal. El ácido úrico, por su parte, es un producto de desecho del metabolismo de los genes y también se elimina por éste órgano. Es tóxico y aumenta en sangre con o sin insuficiencia renal. Puede producir gota, daño renal y se asocia a problemas de presión".
Además de eliminar los desechos, los riñones liberan, entre otras, tres hormonas importantes: la eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea (huesos); renina , que regula la presión arterial y calcitr i ol , la forma activa de la vitamina D, que ayuda a mantener el calcio de los huesos y el equilibrio químico normal en el organismo de calcio y fósforo. A esto hay que sumarle que intervienen en la regulación de la acidez del organismo (las bases de la vida).
Casi todas las enfermedades que dañan los riñones atacan a las nefronas (pequeños "coladores") y les hacen perder su capacidad de filtración. Y puede suceder de dos formas: rápidamente, como resultado de lesiones o intoxicaciones por medicamentos (insuficiencia renal aguda) o más frecuentemente en forma lenta, sin causar síntomas obvios. Solamente cuando pasen algunos años o incluso décadas empezará a manifestarse el daño ( insuficiencia renal crónica). La mayoría de las enfermedades renales atacan a ambos riñones al mismo tiempo. Con la edad , especialmente después de los 65 años, hay mayor posibilidad de disminución de la capacidad de filtrado de los riñones; también se sabe que existe una predisposición genética, por la cual las personas cuyos padres, abuelos, tíos o hermanos sufrieron insuficiencia renal, tienen un mayor grado de riesgo de padecerla a su vez.
Estos son los factores no modificables que incrementan el riesgo de enfermedad renal, pero hay otros que sí lo son. Las dos causas de enfermedad renal más comunes son la diabetes y la presión arterial alta (hipertensión); " ambas muchas veces prevenibles", destacó el doctor Trimachi. Otras causas son las glomerulonefritis , los quistes renales, los venenos, algunos medicamentos y los traumatismos. "E n los chicos en Argentina: el Síndrome Urémico Hemolítico; por lo que hay que tener especial cuidado con la mala cocción de los alimentos", indicó el especialista.
Top ten saludable
Una vez que se conoce el funcionamiento e importancia de estos "obreros valiosos"; su cuidado debe formar parte de la rutina diaria respetando " Los diez mandamientos "; como llaman el equipo de Nefrología y de Alimentación del Hospital Británico de Buenos Aires a los consejos básicos para el cuidado de los riñones. Como anticipo de lo que se va a ampliar durante la charla del sábado, el doctor Trimachi describió a Clarín.com estos diez consejos. Primero el control clínico, que consiste sencillamente en ver al médico. "La visita debe incluir, entre otras cosas, el control de peso y presión arterial. Se deben solicitar algunas determinaciones en sangre: creatinina es la que mejor evalúa la presión arterial (y en general no se pide); y otras que se alteran cuando la función renal se modifica: hemograma, albúmina, ionograma (sodio y potasio), calcio, fósforo, etc"; informó el jefe del servicio de Nefrología del Hospital Británico.
Y amplió: "Una orina completa debe estar en todo chequeo. La microalbuminuria es la b úsqueda fina para ver la existencia de una proteína (albúmina) en la orina. Es un test muy útil para evaluar daño precoz renal producido en general por problemas de presión arterial o sobrepeso. Si aparecen proteínas en orina, mala señal". Por otro lado, "la ecografía renal y vésico-prostática se pide al menos una vez. Si hay daño renal, se pide más frecuentemente de acuerdo al caso. La ecografía sirve para ver cómo está el tamaño y la forma de los riñones y el estado de la vejiga y la próstata", aclaró el doctor Trimachi.
Segundo "mandamiento": el control de peso ya que la obesidad es un factor de riesgo; y tercero, el control de la presión. Un aspecto "crucial y todo apunta a ello", destacó el director de la charla. L a elevación de la presión arterial puede afectar el proceso de filtrado glomerular. Y no sólo daña los tejidos renales sino que también al corazón, a tal punto que hoy la enfermedad renal se vuelve, para quien la padece, el principal factor de riesgo cardiovascular. En consecuencia; c omo cuarto consejo figura la dieta hiposódica con adecuada ingesta de líquidos : Para controlar la presión lo mejor posible. "Una dieta con ingesta < 2 g/día de sal, consumir frutas, verduras y lácteos descremados", indicó el doctor Trimachi; no sin antes aclarar: "Ojo con los diabéticos. La dieta adecuada puede bajar la presión arterial sistólica entre 5 y 10 mmHg".
El quinto consejo es el ejercicio regular (aeróbico, 30 minutos por día al menos 5 días por semana. Esto controla la presión bajando entre 5 y 9 mmHg) y obvio, sexto, evitar el tabaco. En el séptimo lugar aconsejan evitar la ingesta excesiva de alcohol (20-30 g/día de alcohol, lo que equivale a 1 vaso de vino de 148 ml, baja la presión entre 2 y 4 mmHg); y octavo evitar el consumo innecesario de antiinflamatorios. "Esto es fundamental: Ibuprofeno, diclofenac, naproxeno, etc. Muchos son de venta libre", destacó el especialista. En el noveno puesto, estar alerta a los ronquidos y tener, por último, una correcta higiene genital para evitar las infecciones urinarias.
Se estima que u no de cada diez argentinos adultos tienen algún grado de insuficiencia renal por lo que según el INCUCAI son más de 2 millones la padecen sin saberlo. Los riñones pueden empezar a funcionar mal –por diversos factores de riesgo, algunos modificables y otros no–, y en general esa función una vez perdida no se recupera. Es por eso que los profesionales hacen énfasis en dos puntos: la prevención y la detección precoz; que evitará o atenuará sufrimiento, pérdida de calidad de vida, gastos en salud y muchos otros problemas.
Nota publicada en Clarín el 24 de julio de 2008
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