Para el 2015, la enfermedad renal cobrará más vidas que el Sida. Es común, riesgosa y tratable. Pero puede prevenirse. Uno de cada diez argentinos adultos posee algún grado de insuficiencia y dos millones la padecen sin saberlo.
Los riñones son una compleja maquinaria. "Cada día procesan alrededor de 200 litros de sangre. La depuran, ajustan su composición química para mantenerse sano, sintetizan y procesan hormonas, contribuyen a controlar la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y la salud de los huesos, entre otras cosas", explica la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) . Son mucho más que un simple "filtro". No todos conocen sus funciones y, en consecuencia, su importancia. Tampoco son muchos los que saben que las enfermedades renales son comunes, riesgosas y tratables.
El Día Mundial del Riñón es una iniciativa conjunta de la Sociedad Internacional de Nefrología y de la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón. Se lanzó en el año 2006 y se celebra el segundo jueves de marzo. En la Argentina se desarrollará una Campaña Nacional de Prevención con controles gratuitos, charlas informativas y encuestas de factores de riesgo en diversos puntos del país (ver recuadro). La SAN destaca que " la detección precoz de la enfermedad renal crónica atenuará ó evitará sufrimiento, pérdida de calidad de vida, gastos en salud y muchos otros trastornos".
Para el 2015 la enfermedad renal cobrará más vidas que el Sida. Uno de cada diez argentinos adultos tienen algún grado de insuficiencia renal y, según cifras del INCUCAI, más de 2 millones la padecen sin saberlo. "Están aumentando los casos de diabetes e hipertensión arterial, que son las enfermedades que llevan más gente a los tratamientos de diálisis renal. Se calcula que, en el país, entre 1992 y 2003, la cantidad de pacientes que ingresaron en diálisis por cada millón de habitantes aumentó de 200 a 600 ", explica el profesor Bernardo Rodríguez Iturbe, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión.
Dos "obreros" en acción
Situados en la parte posterior del cuerpo, a cada lado de la columna, esta especie de "obreros" tienen mucho trabajo. En principio, el agua es el principal componente de la mayoría de los seres vivos, y la función de regular el contenido y su equilibrio no es para nada menor. De los riñones depende, también, el control de la presión arterial, donde resultan ser órganos clave. " El riñón participa en la producción de sustancias que regulan el tono –grado de dilatación o contracción– de los vasos sanguíneos, y posee varios mecanismos conocidos con los que regula la presión arterial", explica el nefrólogo Felipe Inserra, director médico de los Programas de Prevención de Fresenius Medical Care Argentina . Al mismo tiempo produce la eritropoyetina, hormona que interviene directamente en la formación de la sangre.
Pero aquí no se termina el trabajo: la regulación del nivel de calcio en el organismo, y la producción de vitamina D por acción indirecta de los rayos solares, dependen de una correcta función renal. Por eso el mal funcionamiento de estos órganos puede ocasionar anemia y serios trastornos en el metabolismo de los huesos y músculos. Como explica el National Kidney and Urologic Diseases Information Clearinghouse (EE.UU), "si los dos riñones del cuerpo están sanos, la función renal es del 100%. De hecho, es más de la necesaria: algunas personas nacen con un solo riñón y llevan una vida normal y sana". Otras personas pueden donar un riñón a un familiar y tampoco tener problemas.
Según los especialistas, una pequeña disminución en la función renal, generalmente, no causa problemas. Se puede estar sano, conservando un 50% de la función renal, aunque, a ese nivel, la enfermedad puede empeorar. Si desciende a un 20%, los problemas de salud pueden ser serios. Si se llega hasta un 10 o 15%, se necesitará diálisis o un trasplante renal. Los riñones pueden funcionar mal –por diversos factores de riesgo, algunos modificables y otros no–, y, en general, esa función, una vez perdida, no se recupera. El deterioro de éste órgano no da señales perceptibles hasta no estar muy avanzado. Sólo es posible detectar esto mediante análisis clínicos (ver recuadro), lo que permite implementar medidas capaces de impedir o retardar la enfermedad lo suficiente como para que la persona no llegue a necesitar diálisis o un trasplante. Y por supuesto, evitar la muerte prematura.
Factores de riesgo y prevención
Después de los 65 años, la posibilidad de disminución de la capacidad de filtrado de los riñones es mayor. También se sabe que existe una predisposición genética para padecer la enfermedad. Estos son los factores no modificables que incrementan el riesgo de enfermedad renal, pero hay otros que sí lo son. Por ejemplo, la suba de la presión arterial puede afectar el proceso de filtrado glomerular. Y no sólo daña los tejidos renales sino que también al corazón, al punto que se vuelve el principal factor de riesgo cardiovascular.
Hay tratamientos que, además de controlar la presión arterial, reducen la pérdida de proteínas a través de la orina, una condición que puede estar dada por una falla renal aguda o crónica. Entre las patologías modificables se encuentra la diabetes , la causa directa de un tercio de los casos de enfermedad renal crónica. La obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo son también factores de riesgo que hacen candidata a la persona para contraer problemas en el riñón, aunque estos son controlables, en general, mediante la modificación de hábitos. Otras causas son las glomerulonefritis , los venenos, algunos medicamentos y los traumatismos.
"Uno de los objetivos que perseguimos con las actividades que desarrollamos para el Día Mundial del Riñón es que la gente incorpore la idea de la prevención renal dentro del cuidado general de su salud", concluye el doctor Germán De la Llave, gerente de Programas de Prevención de Fresenius Medical Care Argentina.
Por MN. Publicada en el Informe del Día de Clarín.com el jueves 13/03/08. Ver recuadros.
Los riñones son una compleja maquinaria. "Cada día procesan alrededor de 200 litros de sangre. La depuran, ajustan su composición química para mantenerse sano, sintetizan y procesan hormonas, contribuyen a controlar la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y la salud de los huesos, entre otras cosas", explica la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) . Son mucho más que un simple "filtro". No todos conocen sus funciones y, en consecuencia, su importancia. Tampoco son muchos los que saben que las enfermedades renales son comunes, riesgosas y tratables.
El Día Mundial del Riñón es una iniciativa conjunta de la Sociedad Internacional de Nefrología y de la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón. Se lanzó en el año 2006 y se celebra el segundo jueves de marzo. En la Argentina se desarrollará una Campaña Nacional de Prevención con controles gratuitos, charlas informativas y encuestas de factores de riesgo en diversos puntos del país (ver recuadro). La SAN destaca que " la detección precoz de la enfermedad renal crónica atenuará ó evitará sufrimiento, pérdida de calidad de vida, gastos en salud y muchos otros trastornos".
Para el 2015 la enfermedad renal cobrará más vidas que el Sida. Uno de cada diez argentinos adultos tienen algún grado de insuficiencia renal y, según cifras del INCUCAI, más de 2 millones la padecen sin saberlo. "Están aumentando los casos de diabetes e hipertensión arterial, que son las enfermedades que llevan más gente a los tratamientos de diálisis renal. Se calcula que, en el país, entre 1992 y 2003, la cantidad de pacientes que ingresaron en diálisis por cada millón de habitantes aumentó de 200 a 600 ", explica el profesor Bernardo Rodríguez Iturbe, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión.
Dos "obreros" en acción
Situados en la parte posterior del cuerpo, a cada lado de la columna, esta especie de "obreros" tienen mucho trabajo. En principio, el agua es el principal componente de la mayoría de los seres vivos, y la función de regular el contenido y su equilibrio no es para nada menor. De los riñones depende, también, el control de la presión arterial, donde resultan ser órganos clave. " El riñón participa en la producción de sustancias que regulan el tono –grado de dilatación o contracción– de los vasos sanguíneos, y posee varios mecanismos conocidos con los que regula la presión arterial", explica el nefrólogo Felipe Inserra, director médico de los Programas de Prevención de Fresenius Medical Care Argentina . Al mismo tiempo produce la eritropoyetina, hormona que interviene directamente en la formación de la sangre.
Pero aquí no se termina el trabajo: la regulación del nivel de calcio en el organismo, y la producción de vitamina D por acción indirecta de los rayos solares, dependen de una correcta función renal. Por eso el mal funcionamiento de estos órganos puede ocasionar anemia y serios trastornos en el metabolismo de los huesos y músculos. Como explica el National Kidney and Urologic Diseases Information Clearinghouse (EE.UU), "si los dos riñones del cuerpo están sanos, la función renal es del 100%. De hecho, es más de la necesaria: algunas personas nacen con un solo riñón y llevan una vida normal y sana". Otras personas pueden donar un riñón a un familiar y tampoco tener problemas.
Según los especialistas, una pequeña disminución en la función renal, generalmente, no causa problemas. Se puede estar sano, conservando un 50% de la función renal, aunque, a ese nivel, la enfermedad puede empeorar. Si desciende a un 20%, los problemas de salud pueden ser serios. Si se llega hasta un 10 o 15%, se necesitará diálisis o un trasplante renal. Los riñones pueden funcionar mal –por diversos factores de riesgo, algunos modificables y otros no–, y, en general, esa función, una vez perdida, no se recupera. El deterioro de éste órgano no da señales perceptibles hasta no estar muy avanzado. Sólo es posible detectar esto mediante análisis clínicos (ver recuadro), lo que permite implementar medidas capaces de impedir o retardar la enfermedad lo suficiente como para que la persona no llegue a necesitar diálisis o un trasplante. Y por supuesto, evitar la muerte prematura.
Factores de riesgo y prevención
Después de los 65 años, la posibilidad de disminución de la capacidad de filtrado de los riñones es mayor. También se sabe que existe una predisposición genética para padecer la enfermedad. Estos son los factores no modificables que incrementan el riesgo de enfermedad renal, pero hay otros que sí lo son. Por ejemplo, la suba de la presión arterial puede afectar el proceso de filtrado glomerular. Y no sólo daña los tejidos renales sino que también al corazón, al punto que se vuelve el principal factor de riesgo cardiovascular.
Hay tratamientos que, además de controlar la presión arterial, reducen la pérdida de proteínas a través de la orina, una condición que puede estar dada por una falla renal aguda o crónica. Entre las patologías modificables se encuentra la diabetes , la causa directa de un tercio de los casos de enfermedad renal crónica. La obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo son también factores de riesgo que hacen candidata a la persona para contraer problemas en el riñón, aunque estos son controlables, en general, mediante la modificación de hábitos. Otras causas son las glomerulonefritis , los venenos, algunos medicamentos y los traumatismos.
"Uno de los objetivos que perseguimos con las actividades que desarrollamos para el Día Mundial del Riñón es que la gente incorpore la idea de la prevención renal dentro del cuidado general de su salud", concluye el doctor Germán De la Llave, gerente de Programas de Prevención de Fresenius Medical Care Argentina.
Por MN. Publicada en el Informe del Día de Clarín.com el jueves 13/03/08. Ver recuadros.
1 comentario:
hola ...felicito sinceramente al autor de este tema es muy interesante y esta detallado de una manera clara y facilmente entendible.
En hora buena
Dra. Sharon Santorum Montero
ECUADOR
Publicar un comentario