
La vejiga hiperactiva es un síndrome sencillo de entender porque genera incomodidad, molestia y en muchos casos, vergüenza. Se caracteriza por la urgencia y el aumento de la frecuencia de orinar, con o sin pérdida de la misma, pudiendo ocurrir en la ausencia de factores metabólicos o patológicos locales. “Este trastorno afecta al 16% de la población, aumentando con la edad y con leve predomino en las mujeres”, comenta el doctor Juan Carlos Tejerizo, médico urólogo, Responsable del Sector de Patología Vesical y Urodinamia del Servicio de Urología del Hospital Italiano.
Se estima que existe una gran población de pacientes no diagnosticados que viven esta afección sin contarla o consultarla por vergüenza, con un alto impacto en su autoestima y en sus relaciones íntimas y sociales, generando en algunos casos cuadros de depresión. La mayoría de las personas que sufren esta enfermedad no tienen una causa desencadenante y está relacionada fundamentalmente con el estrés. En el otro grupo de personas, la vejiga se comporta de modo hiperactivo como consecuencia de afecciones neurológicas severas.
Una de las últimas novedades con resultados alentadores, en aquellos pacientes en los que había fracasado otro tipo de tratamientos (farmacológicos), es el uso localizado de BOTOX®, ya que su aplicación por médicos capacitados permite a los pacientes realizar las micciones en forma espontánea, sin el uso de cateterismos y sin la presencia de incontinencia.
Una de las últimas novedades con resultados alentadores, en aquellos pacientes en los que había fracasado otro tipo de tratamientos (farmacológicos), es el uso localizado de BOTOX®, ya que su aplicación por médicos capacitados permite a los pacientes realizar las micciones en forma espontánea, sin el uso de cateterismos y sin la presencia de incontinencia.
Por Mariana Nisebe
2 comentarios:
que buena nota
Coincido, muy buena nota
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